_mamá no se me da la gana
tal vez me arriesgue a recibir otra dosis de disciplina. la "sangre con letra entra"
o al reves la "letra con sangre entra" que mierda igual duele.
no son los golpes ,hematomas,equimosis estigmas, lo que me preocupa es que me empiezo a acostumbrar. algunas veces me observa los brazos , las piernas, llora.tal vez sean lagrimas de orgullo de ver en mí un lienzo en el que apunta de golpes a logrado matizar perfectamente las gamas de violeta nuevamente. aunque, algunos verdes más antiguos no la convencen del todo hay trabajo para hacer, tal vez crea que soy la arcilla que necesita ser moldeada tal como quiere, debo comer, pensar,hablar, vestir como mejor le parezca.
lo siento madre no me gusta tu spaguetti, ni tus sopas, ni tu asquerosisima sardina , ni creo que el mundo se soluciona un una infusion de manzanilla, mamá no creo que el sexo sea malo, lo disfruto es mi naturaleza.hago lo que puedo con lo que tengo y esto es lo que hay, me gusta sentarme en la ventanilla del bus, me gusta ir a los cementerios a reirme de los nombres raros de lo difuntos, aveces me demoro en el baño por que me entretengo matando mosquitos, sé que dices que soy un milagro porque no morí esa madrugada, quiero que sepas que mis palabras favoritas no son " si señora" no me gusta cuando me dices "eso es malo". a veces preferiría que creyeras en hadas y duendes nocturnos.
se miró al espejo y vió lo más parecido a un ponqué a sus 34 años solo tenia libertad condicional cuando salía de su casa, debía regresar antes de ocho, hacer pis, lavarse los dientes, colocarse el camisón rosado con cintas de seda rosadas y encaje naturalmente rosado. tenía que dormir con josé, maría jesucristo ,y el angel de la guarda en la misma cama,despues de hacer eco en las paredes rosadas de su cuarto entre las sabanas del mismo maldito color. cuando dormía no soñaba rosado, escapaba de los cepillos de dientes nocturnos no existían camisones , no hacia pis ella meaba. se sentaba en una mesa a cortar en delicados pedacitos a las personas que odiaba para alimentar a sus peces plateados aunque también hallaba diversion en aplastarles la cabeza en un molino gigante casi tan grande como su licuadora de miembros, en su mundo ellos no tenían lengua para criticar, ni ojos inquisitivos, durante la cena le daba de beber acido, les hacía comer las lenguas y ojos entre ellos y al igual que a prometeo les volvía a crecer y una vez mas habia ojos y lenguas para el postre. En ese mundo las lágrimas no brotaban de sus ojos, se embriagaba con ellas ; se resumia en felicidad.
Cuando despertó era increíble las sabanas jamás volverían a ser rosadas, las cintas de su camisón ya no le ajustaba. Sonrió dulcemente ante su realidad roja.
Bizarro y oscuro, me encanta...
ResponderEliminarES LO Q SIENTES NATURAL. ESCRIBES LO Q SIENTES...
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